Max Mosley luego de dejar su cargo de presidente de la FIA, pasó a presidir al organismo que vela por la seguridad de los coches que se comercializan en todo el mundo y que se conoce como Global NCAP.
En virtud de los pobres resultados obtenidos por las recientes pruebas de impacto realizadas sobre varios de los coches que se comercializan en Latinoamérica, en el marco de las pruebas de LatinNCAP, en las que en varios casos los coches no obtuvieron ni siquiera una estrella, Mosley se ha puesto en comunicación con los fabricantes para exigirles que velen por la seguridad de sus usuarios en todos los mercados por igual.
Max Mosley es responsable de que hace algunos años se iniciaran la pruebas de impacto Euro NCAP, a las que todos los vehículos comercializados en Europa se someten actualmente. Global NCAP ha permitido detectar las grandes diferencias existentes en lo referente a la seguridad de los vehículos comercializados en Europa respecto a los vendidos en América Latina por los mismos fabricantes.
Luego de que el Renault Clio Mio, el Nissan Tsuru, y el Suzuki Alto K10 y el Chevrolet Agile sacaran cero estrellas en las pruebas de impacto realizadas hace pocas semanas, Mosley se dirigió a Carlos Goshn, presidente de Renault-Nissan, a Osamu Suzuki, presidente de Suzuki y a Daniel Akerson, presidente de General Motors, para solicitares que apliquen los mismos estándares de seguridad en todos los mercados y los mínimos indicados por la ONU.
«Global NCAP: La vida de los clientes en Latinoamérica no vale menos que la de los de Europa, Estados Unidos o Japón. Los fabricantes son conscientes de esto y deben actuar ya.»
El escrito de Global NCAP enviado a los fabricantes destaca la preocupación por los pobres resultados de ventas en los grandes mercados de Europa y Estados Unidos, que empujan a los fabricantes a bajar la calidad de sus productos en los mercados emergentes. El documento agrega además que los presidentes de las compañías están al tanto que sus productos no cumplen con los estándares mundiales de seguridad, por lo cual deberían asumir su responsabilidad y actuar en consecuencia de forma inmediata.
Mosley finaliza afirmando que las vidas de los clientes de Latinoamérica no valen menos que las de los clientes de Norteamérica, de Europa o de Japón. El objetivo próximo de Global NCAP es el de conseguir nuevos estándares internacionales que afecten a los cinturones de seguridad. Además de velar por la adopción de control de estabilidad para todos los coches que se fabriquen en el mundo en el año 2020.