En el año 1950 México completó el tramo que correspondía a su país de la Carretera Panamericana. Para celebrarlo, el gobierno organizó La Carrera Panamericana, una competencia que recorría de sur a norte el nuevo tramo de carretera a lo largo del territorio mexicano.
La competencia se estableció rápidamente como la carrera más peligrosa en el mundo y durante cinco años, pilotos como Juan Manuel Fangio, Felice Bonetto y Bobby Unser compitieron en ella. Pero finalmente la competencia fue prohibida por razones de seguridad, luego de un terrible accidente ocurrido en Le Mans en el año 1955.
En el año 1988 resurgió con un diferente formato, aunque aun así continua siendo peligrosa, rápida agotadora. Así lo certifica Conrad Stevenson, un participante de esa competencia que comenzó con el Studebaker de un amigo en el año 2001, para luego hacerlo con un coche de su propiedad: un Alfa Romeo Giulia Sprint Speciale del año 1965 que hoy nos traen los muchachos de Petrolicious.
Se trata de un coche de carreras construido especialmente desarrollado para ir rápido y sin confort, aunque no por ello deja de ser un increíble espectáculo visual.
Mas allá de que su propietario reconoce que algunos elementos no son originales, se las ingenió no solo para terminar la carrera, lo que ya de por si es una hazaña, sino que con su Alfa logró ocupar la posición numero 21 en la general y primero en la clase Histórica A Plus del año pasado.