Una década pasó y Tata Motors no encontró la forma de que los clientes acepten al Nano, un modelo surgido con el propósito de movilizar a las familias de la India, que nunca logró alcanzar las previsiones de ventas iniciales.
Y no puede decirse que el fabricante indio no lo intentó, ya que fueron numerosas las mejoras introducidas al modelo a lo largo de los años, además de varias ediciones especiales que en forma paulatina fueron añadiendo una dotación mas rica y un acabado ligeramente mas refinado. Pero nada de eso funcionó. El público nunca percibió al Nano como un vehículo que lograra cubrir sus necesidades básicas de movilidad, sino como un coche «para pobres».
Tal vez haya que objetarle la austera dotación y algunas soluciones poco practicas como la ausencia de un portón posterior, algo que el fabricante solucionó a lo largo de los años. El equipamiento de seguridad ha sido nulo, aunque vale recordar que el coche nació con el propósito de ofrecer a las familias que se movilizaban en motocicleta, la posibilidad de viajar en un coche, por mas o menos el mismo dinero.
Lo que inicialmente se suponía que era el secreto de su éxito, finalmente acabó hundiendo al Tata Nano, un coche que nunca logró revertir su imagen de coche muy barato que paradójicamente tanto disgustó al publico indio.
En cierto momento TATA Motors pensó en llevar la formula del Nano a Europa e incluso prepararon un prototipo de un Nano con especificaciones europeas, que contaba con una dotación mucho mas rica, aunque finalmente la idea fue descartada.
En 2015 TATA Motors había fijado un plazo de dos años para intentar mejorar las ventas del Nano. La situación no ha logrado revertirse y finalmente la compañía anunció la despedida de este incomprendido modelo, cuyas ventas siempre han estado por debajo de las previsiones.
[Not a valid template]