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Desde hace ya varios años MINI ha estado intentando sin éxito llevar a producción al prototipo Rocketman, un pequeño urbano de dimensiones bastante inferiores al MINI hatch.
Sin embargo, los altos costes de producción asociados a su plataforma de fibra de carbono, han impedido que este simpático modelo obtenga luz verde para su producción.
Pero ahora el fabricante británico ya piensa en el relevo generacional del actual MINI Cooper y para dar vida a este proyecto, los ingenieros de MINI están diseñando un coche de tamaño mucho mas pequeño al actual, pero sin sacrificar la practicidad, gracias a que tendrá un sistema de propulsión 100% eléctrico.
Durante una entrevista reciente, el jefe de la compañía, Bernd Koerber, afirmó que gracias a la batería situada en el piso del vehículo y uno o más motores eléctricos en cada uno de los ejes, permitirán una carrocería de diseño mucho mas compacto, sin por ello tener que sacrificar espacio interior.
Koerber apuesta a regresar a la esencia del uso inteligente del espacio que ha caracterizado al Mini clásico para la nueva generación del hatchback que llegará en 2022.
Sin embargo, ninguna de las actuales plataformas de MINI o BMW se adaptan a los requerimientos de este futuro MINI Cooper eléctrico. Si bien el fabricante no ha todavía soltado prenda alguna, algunos rumores indican que la china Great Wall, socia estratégica de BMW, podría encontrarse detrás del desarrollo de esta nueva arquitectura.
A pesar de la electrificación, Koerber sugirió además que hay posibilidades de una versión de alto rendimiento que lleve la firma de John Cooper Works para la próxima generación del modelo.
El próximo Fiat 500 será puramente eléctrico, al igual que el nuevo Honda e, dos de los principales rivales que tendrá la próxima generación del MINI Cooper, que también solo apostará por la propulsión eléctrica.
