En 1975 el empresario Argentino Alejandro De Tomaso adquiría el 25% de la marca Innocenti, lo que le permitió tomar el control total de la fábrica de automóviles italiana. La marca volvió a nacer bajo la denominación Nuova Innocenti S.p.A. y a partir del año 1976 comenzaron a ensamblar los Innocenti Mini 90 y 120.
Pero hacia 1978 nacía el DeTomaso mini, un modelo similar al anterior Innocenti, aunque con un frontal renovado y una motorización mas potente. Para ese entonces, Alejandro DeTomaso que ya poseía prácticamente la totalidad de las acciones, debió hacer algunos ajustes para lograr adaptar sus motores a las nuevas legislaciones europeas y los viejos motores BMC debieron ser sustituidos.
A partir de 1982 los Mini comenzaron a utilizar un motor de tres cilindros de 1.0 litro de origen Daihatsu. Como la potencia de los motores Daihatsu era algo pobre, De Tomaso añadió un turbocompresor IHI, logrando una potencia máxima de 75 CV a 6200 rpm y un par máximo de 95 Nm, obteniendo en ése entonces el motor turbo mas pequeño del mundo.
Davide Cironi nos lleva de paseo en ésta verdadera leyenda, una importante aunque algo desconocida página en la historia de De Tomaso, una marca que inexplicablemente ha caído en el olvido luego de deficientes manejos por parte de los herederos de Alejandro De Tomaso, la estafa al estado italiano de su posterior propietario Gian Mario Rossignolo, una venta fallida a los propietarios de la escudería Lotus de Fórmula 1 y a la italiana ATS, para luego culminar en manos de una compañía china, que a mas de dos años de su compra, todavía no ha dado señales de vida.
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