Presentado como prototipo en el marco del último Salón del Automóvil de São Paulo, el Chevrolet Onix Effect llegó a los concesionarios brasileños en su formato de producción sin cambios estéticos.
Se trata de una serie especial del hatchback producido en Brasil, que incorpora una serie de elementos estéticos adicionales que intentan otorgarle una imagen mas deportiva. Entre esas nuevas opciones se encuentran una serie de adhesivos que decoran el capot, los laterale y el portón trasero, que combinan los colores gris y rojo.
Además cuenta con unas llantas de aleación de 15 pulgadas en color gris oscuro, faros delanteros con mascara oscurecida, detalle que se repite en los grupos ópticos posteriores. Por otra parte se ofrece un paquete aerodinámico que incluye faldones y alerón posterior.
Para el color de la carrocería se ha optado por un color blanco, mientras que techo, espejos, parrilla, spoiler y pilares B, van pintados en color negro brillante.
El habitáculo también se mantuvo inalterado respecto al prototipo, ya que cuenta con el mismo volante multifuncional de base plana, panel de instrumentos de diseño especifico con gráficos especiales y varios detalles en color rojo en el volante, palanca de cambios, las salidas de la ventilación y las costuras del tapizado de los asientos.
Respecto al equipamiento de serie, el Onix Effect se basa en el acabado LTZ, por lo cual incorpora frenos ABS, doble airbag frontal, sistema multimedia MyLink, aire acondicionado, paquete eléctrico con cierre centralizado, espejos y eleva cristales, entre los mas destacables.
Debajo del capot no hay cambios, ya que se ofrece con el mismo motor que monta el Onix LTZ, es decir el propulsor de 1.4 litros, que desarrolla 106 caballos de fuerza cuando se lo utiliza con etanol y que se asocia a una caja de cambios manual de 5 marchas.