Volkswagen ya mira al dieselgate por el retrovisor y tras la puesta de largo del ID.3 en el pasado Salón del Automóvil de Frankfurt 2019, se aproxima el desembarco en Europa de la nueva familia de modelos eléctricos de la firma alemana.
Volkswagen quiere liderar la producción de coches eléctricos para el año 2025 y muchos de esos nuevos vehículos se fabricarán en China. Es por ello que la firma de Wolfsburgo está poniendo a punto las factorías en territorio chino que acogerán la producción de la nueva familia de vehículos puramente eléctricos.
El grupo alemán está preparando dos plantas en China en Anting y Foshun para comenzar la producción de vehículos eléctricos, dos factorías que estarán plenamente operativas el próximo año. Allí la marca alemana producirá mas de medio millón de unidades al año, mas precisamente una producción anual combinada de 600.000 vehículos, fundamentalmente para cubrir la demanda local, ya que China será el principal mercado de Volswagen para sus nuevos coches eléctricos.
Pero las factorías de Anting y Foshun no serán las únicas que serán puestas al día, ya que el fabricante alemán también está adecuando las instalaciones alemanas de Zwickau, Emden, Hannover y Dresden, para poder acoger la producción de vehículos eléctricos. Lo mismo ocurre con la planta de Mlada Boleslav en la República Checa y la factoría estadounidense de Chattanooga.
El que dará el pistoletazo de salida será el Volkswagen ID.3, el primer integrante de la nueva familia de vehículos eléctricos, que también incluirá un crossover, una berlina y una van.
El ID.3 presume de un motor eléctrico de 200 CV (150 kW) con un par máximo de 310 Nm, un propulsor que le permite alcanzar una velocidad máxima que ha sido limitada a 160 km/h. Se combina con una batería de 45 kWh de capacidad, que le brinda una autonomía de unos 330 kilómetros, pero habrá baterías mas poderosas, con autonomías de hasta 550 kilómetros con una carga completa.