Durante muchos años los consumidores mexicanos se han quejado, al igual que los usuarios en otras regiones de América Latina, de la falta de elementos de seguridad en sus vehículos en relación a los ofertados en otras regiones sin que económicamente los precios fuesen más atractivos.
La legislación depende de cada país y son los propios gobiernos los que ponen sus exigencias en materia de seguridad y emisiones aunque en muchos casos se ven presionados por los propios fabricantes de automóviles que tienen plantas instaladas en el país.
En México por ejemplo la normativa en seguridad para los automóvil prácticamente brilla por su ausencia y un claro ejemplo está en el veterano Nissan Tsuru que sigue siendo uno de los vehículos más vendidos a pesar de haberse demostrado en los test de choque que no está al nivel que debería.
En Volkswagen México ya han dado un paso adelante en este aspecto y toda la gama 2017 ofrecida desde el pasado mes de julio ya incluye de serie el sistema antibloqueo de frenos ABS y el doble airbag frontal, dos elementos básicos que deberían ser bien valorados por los clientes.
A pesar de ser una buena noticia, todavía queda mucho camino que recorrer hasta que los mexicanos disfruten de los mismos niveles de seguridad en sus automóviles que en otras regiones. Por ejemplo el control de estabilidad no está presente en la mayor parte de los vehículos más demandados, algo extensible a los airbags laterales y de cortina.
Otro punto negativo es que son elementos que no suelen ofrecerse de manera opcional, de manera que el cliente se siente con las manos atadas sin poder elegir si prefiere invertir en seguridad o bien en elementos de confort. Y esto precisamente es lo que preocupa a un sector del público al cual algunos elementos como la cámara trasera o los sensores de parking no les importan en exceso y preferirían un automóvil seguro en caso de accidente.
Gracias a la creación de organismos como Latin NCap al menos existe una manera de denunciar estas acciones, poniendo en conocimiento del público los malos resultados que obtienen algunos vehículos en caso de choque. Hasta su creación, poco o nada se sabía de la seguridad de los automóviles comercializados en la región.