El hombre se subió como todos los días a su Fiat 500 para ir a trabajar, pero el coche decidió no arrancar tras varios intentos fallidos, el propietario decidió ajusticiar al 500 con un pico de minero.
El hecho ocurrió en Liss, un pueblo cercano a Milán, en Italia cuando el protagonista de 34 años de edad, cegado por la rabia que le ocasionó que su automóvil no pudiera ponerse en marcha, terminó con el pobre Cinquecento completamente destruido.
El 500 fue encontrado con mas de 100 orificios efectuados por un pico como esos que se utilizan para romper rocas en las minas, además de contar con todas las ventanillas dañadas, los espejos retrovisores destrozados y arrancados de cuajo, como así también graves daños en el interior.
Cuando la policía arribó alertada por los vecinos, la furia del propietario aún no había desaparecido y lo encontraron todavía castigando a su Fiat 500. Su ira era tal, que ni siquiera advirtió la presencia policial, aunque algunos minutos más tarde, agotado por el esfuerzo realizado, se calmó y le dio el arma al oficial dando fin a su obra destructiva.
El coche terminó remolcado por una grúa al taller y el propietario fue conducido a un hospital.