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Maserati lanzará un vehículo todo terreno y tal como se había estado especulando en los últimos meses, estará basado en el nuevo Jeep Grand Cherokee presentado este año. Ambos vehículos solo compartirán la plataforma, ya que estéticamente serán bien diferentes. No se trata solo de un cambio de nombre, como ha ocurrido con otros vehículos de la alianza del grupo Fiat y Chrysler, tal como Lancia ha hecho con el Chrysler 300 o Fiat con el Freemont, ya que el nuevo SUV de Maserati tendrá un diseño propio, al punto que todos los paneles de la carrocería serán diferentes a los del Cherokee. En cuanto al aspecto interior, las terminaciones, los plásticos y la sobriedad común en los vehículos Jeep, serán sustituidos por materiales y terminaciones con una calidad a tono con la marca italiana, sumado al diseño netamente Maserati.
Este nuevo segmento de SUVs premium, comenzó cuando la gente de Porsche lanzó al mercado al Cayenne, convirtiéndose en una fórmula comercialmente brillante, lo que llevó a otros fabricantes a orientarse en el mismo sentido. El reciente resurgimiento de la marca del argentino Alejandro DeTomaso, llegó de manos de sus nuevos dueños, con un vehículo de éstas características, presentado recientemente y denominado Deauville, un lujoso SUV.
Si bien en un principio los rumores indicaban que Ferrari o Lamborghini estarían lanzando vehículos de estas características, pero a pesar de que muchos añoraban el resurgimiento del Lamborghini LM002 o la aparición de un SUV de Ferrari, finalmente el grupo ha decidido presentar en el próximo salón de Frankfurt, un concept car de un vehículo utilitario deportivo todo-terreno bajo la marca Maserati.
Los cambios más importantes con respecto al modelo americano, estarán centrados en la motorización, ya que el V8 del Jeep, dará paso a un motor 4.7 V8 de 445 CV con inyección directa, el mismo que equipa actualmente al Ferrari California, equipado con una caja de velocidades automática secuencial de 8 marchas y doble embrague, de la casa ZF. Además del V8 que montarán las versiones mas equipadas, Maserati también ofrecerá un V6 de 3.0 litros turbo-diésel con 300 caballos. El sistema de suspensiones también será exclusivo para el crossover italiano. La casa tiene como objetivo multiplicar las ventas y según lo declarado por Sergio Marchionne, el CEO del Grupo FIAT, tienen el ambicioso deseo de multiplicar por diez las ventas actuales y llegar colocar unas 50.000 unidades al año. El nuevo SUV de Maserati, será fabricado en Detroit en la misma línea del Grand Cherokee.
Maserati también traerá mas novedades, ya que además del SUV también planean lanzar dos berlinas que llegarían para reemplazar al Quattroporte. El primero, conocido internamente con el nombre en código M157 y llamado por la prensa italiana como Maseratina, llegaría para competir en el mismo nicho de mercado que el Audi A6 y la Serie 5 de BMW. El proyecto, nacido originalmente con el propósito de lanzarlo con la marca Alfa Romeo, fue reconvertido al catálogo de Maserati. Tal como el cancelado Alfa Romeo 169, el coche estará basado sobre la plataforma del Chrysler 300C o del Lancia Fulvia, un derivado del anterior, aunque Maserati promete que se tratará de vehículos completamente diferentes.
La Maseratina, contará con el motor Pentastar V6 de 3.6 litros que equipa al Chrysler, aunque contará con importantes mejoras, como la reducción de la cilindrada a 3.0 litros, la introducción de la tecnología TwinAir con doble turbo-compresor, alcanzando una potencia de 400 caballos y reduciendo el consumo.
El otro sedán se conoce con el código interno de M156 y llegaría para competir directamente contra el Mercedes-Benz Clase S. Se espera que el nuevo Quattroporte, sea un vehículo bastante más grande que el modelo actual y se estima que será 70 mm mas largo, con un largo total de 5.170 mm. La habitabilidad de las plazas traseras mejorará notablemente debido a la mayor distancia entre ejes. En el apartado mecánico estará basado en la misma plataforma que será utilizada en la próxima generación del Dodge Avenger, pero el modelo italiano estará equipado con el mismo motor Ferrari V8 de 4.7 litros que también montará el todo-terreno, pero con un rango de potencia aumentado hasta 475 CV, también acoplado a una caja automática secuencial de ocho marchas y doble embrague.
