Nada parece indicar que finalmente logren imponerse los deseos de ciertos sectores de limitar la velocidad máxima en las autopistas de Alemania, más conocidas como Autobahn. Durante el pasado mes de octubre el Partido Socialdemócrata de Alemania propuso introducir un inédito límite de velocidad de 130 km/h a partir del 1 de enero de 2020, pero ya iniciando el nuevo año, esa limitación en la velocidad en las Autobahn no logró materializarse.
Es que la propuesta sufrió un contundente rechazo en el Parlamento alemán, conocido como Bundestag y ahora es la industria de la automoción alemana la que se ha pronunciado en contra de esta inédita propuesta.
En los últimos días, la Asociación de la Industria Automovilística de Alemania, conocida como VDA, también ha manifestado su rechazo a ésta propuesta. La VDA afirma que esta propuesta no contribuiría a mejorar la seguridad, ni tampoco a reducir las emisiones, afirmando que se trata de un «debate simbólico», que incluso hasta podría llegar a ser contraproducente.
La industria automotriz teutona propone impulsar la movilidad eléctrica para lograr reducir las emisiones de CO2, asegurando que lo que verdaderamente necesita Alemania para luchar contra el cambio climático es aumentar la infraestructura de carga para vehículos eléctricos, apoyarse en la tecnología móvil para informar a los conductores de las plazas de aparcamiento libres e introducir un sistema de semáforos inteligentes, en lugar de pensar en establecer límites de velocidad generales en las autopistas.
Las Autobahn tienen en Alemania ciertos tramos en donde no existen límites a la velocidad, mas allá de los 250 km/h que se han autoimpuesto la mayor parte de las marcas en casi todos sus vehículos, a excepción de los superdeportivos.
Desde hace un tiempo se debate si esa falta de límites atenta contra el cambio climático o contra una posible baja en la siniestralidad, pero los alemanes no parecen estar dispuestos a abandonar