En medio del confinamiento y de las actividades paralizadas a causa del COVID-19, no ha hecho mucho ruido la noticia de la despedida de Infiniti de Europa occidental. La compañía japonesa ha confirmado el cese de sus actividades en el Viejo Continente, una salida que se ha hecho efectiva el 31 del mes pasado.
La marca japonesa había iniciado sus actividades europeas en el año 2008. Pero poco más de una década después, las ventas de Infiniti no habían logrado cumplir las expectativas y el fabricante decidió dar por concluida su andadura comercial. Uno de los mercados en donde la marca japonesa había logrado un mayor suceso había sido España, aunque eso no ha sido suficiente para sostener las actividades de la marca asiática en esta región.
La entrega en vigor de las nuevas normativas de emisiones tampoco han ayudado a la continuidad de la marca en Europa, un continente que apenas representaba el 3% de las ventas del fabricante en todo el mundo.
Durante todos estos años la compañía intentó sin éxito ganar terreno dentro de un segmento en el que las marcas alemanas suelen estar entre las principales preferencias de los clientes y los precios algo elevados tampoco han ayudado a que sus ventas fueran mayores.
Infiniti concentrará ahora sus actividades en China, Estados Unidos Oriente Medio y Corea del Sur, puesto que además de cesar sus actividades en Europa occidental, la firma nipona también ha decidido abandonar Rusia, Sudáfrica, Austria y Nueva Zelanda.