Ford sorprendió en 2018 al anunciar el cese de la comercialización de su gama completa de turismos en Estados Unidos, una decisión que se acabó con los Focus, Fiesta y Mondeo en el mercado estadounidense y dejó la oferta reducida a SUVs y pick-ups.
Unos pocos meses después fue General Motors la que anunció una decisión similar, eliminando de su catalogo a todos los turismos de su gama, despidiendo a los Chevrolet Cruze, Chevrolet Impala, Buick LaCrosse, Cadillac CT6 y Cadillac XTS, además del eléctrico Chevrolet Volt.
La estrategia de ambos fabricantes ha sido casi calcada: apostar a que los clientes de coches pequeños escogerán un crossover llegado el momento de renovar su vehículo. Luego de algunas críticas, Ford defendió su estrategia asegurando que están «reinventándo el coche americano».
Sin embargo, a los pocos meses comenzaron a encenderse las primeras alarmas. Las primeras encuestas llevadas a cabo a un grupo de propietarios de hatch y berlinas de la marca Ford, indicaron que muchos de ellos no dudarían en comprar un automóvil de alguna de las marcas rivales que todavía ofrecen hatch y sedanes dentro de sus catálogos.
Transcurrido ya mas de un año, los primeros análisis de mercado están confirmando que los sondeos eran acertados, ya que efectivamente muchos de los clientes de Ford y Chevrolet que hasta hace pocos compraban los vehículos pequeños de ambas compañías estadounidenses, ahora están escogiendo otras marcas, especialmente las asiáticas.
El análisis reveló que en lugar de optar por un SUV, el 42% de los propietarios de Cruze y Focus eligen permanecer dentro del mismo segmento y lógicamente escogen un coche de otra marca.
En lo que va de éste 2019, un 23% de los propietarios de Chevrolet Cruze y un 31% de los propietarios de Ford Focus que cambiaron su automóvil, escogieron un vehículo de marcas rivales.
Sin embargo, una buena parte de los antiguos propietarios de Cruze y Focus están escogiendo un SUV, aunque a un coste superior, ya que en promedio los SUV pequeños pueden costar hasta 8.000 dólares más que un polivalente.
Ambos fabricantes estadounidenses creían que una gama integrada íntegramente por crossovers y pickups sería suficiente para mantener la fidelidad de los clientes aunque al parecer las cosas estarían resultando algo diferentes a lo previsto.