El próximo año entrarán en vigor en la Unión Europea nuevas regulaciones relacionadas con las emisiones, que irán un paso adelante de las actuales y que serán aún más exigentes. Estas nuevas normativas significarán otro quebradero de cabeza para muchos fabricantes, que una vez más deberán adecuar sus modelos para cumplir con los más estrictos límites de emisiones de CO2.
Ante esta situación, los vehículos que más sufren las nuevas reglas son los de altas prestaciones y en el caso de Ford, el modelo que ha quedado en el punto de mira es la versión RS del Focus, la variante más radical del compacto, cuyo relevo generacional ha sido puesto en duda.
A lo largo de los años, el Ford Focus RS ha logrado ganarse un publico muy concreto y en cada nueva generación, la versión más dinámica del compacto ha subido el listón. De aspecto agresivo, tracción total, botón de «Drift» y cifras que cortan el aliento, a Ford le resultará muy difícil lograr superar al actual modelo y al mismo tiempo cumplir con la más exigente normativa ambiental que entrará en vigor el próximo año.
El jefe de Ford Performance solicitó a los responsables de la marca una oportunidad para poder desarrollar la nueva generación de la versión más potente del compacto, pero lo cierto es que debido a las cada vez más estrictas normativas en materia de emisiones, nadie está seguro de poder seguir adelante con el relevo generacional del Focus RS.
De momento el fabricante no ha confirmado oficialmente la muerte de las siglas RS, pero todo parece indicar que bajo las condiciones actuales, sería muy difícil seguir adelante con el desarrollo del nuevo Ford Focus RS. En cualquier caso, los clientes que busquen una alternativa más dinámica deberán conformarse con el Focus ST, que con sus 280 CV quedará como la versión más potente de la actual generación del modelo.