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La revista británica EVO probó dos de los nuevos hatchbacks picantes que se incorporaron al mercado recientemente: el MINI John Cooper Works GP y el Audi A1 Quattro. Ambos representan a las variantes mas radicales de cada modelo y se producen en series limitadas, que en el caso del MINI GP es de 2.000 ejemplares, mientras que en el A1 es de 333 unidades.
Pero en virtud de aumentar el desafío, ambos productos se enfrentan con otros dos hatchbacks poderosos de los últimos años: el Megane R26.R producido por Renault Sport y el Ford Focus RS500, ambos muy extremos y casi verdaderas rarezas. Las pruebas a manos de Tiff Needell y Richard Meaden se llevaron a cabo en el circuito de Blyton Park.
El Megane R26.R eroga 227 caballos, el Focus RS500 345 CV, el MINI Works GP 215 caballos, mientras que el A1 Quattro 253 CV. Aunque esas cifras en crudo no significan mucho hasta no ver como se comportan dentro del circuito, en donde la puesta a punto y el peso juegan un papel preponderante y aquí el MINI es el mas liviano de todo el grupo.
