De acuerdo a recientes informes internos de la compañía, el MINI Sedán se encuentra en una etapa avanzada en el desarrollo de sus maquetas a una escala de 1/4 del tamaño real, en virtud de sus primeras evaluaciones estéticas.
Quienes tienen acceso al proyecto aseguran que el MINI Sedán luce como una mezcla de un Maserati y un mini Rolls Royce, aunque con una estética basada en algunas ideas típicas de MINI. Los grupos ópticos frontales, si bien representan a la clásica impronta de la marca, esta vez lucen mas alargados. Las luces traseras, son trapezoidales, mientras que el techo al igual que en otros modelos de la gama es flotante. Algunos de sus detalles de diseño son impactantes, las puertas traseras podrían ser suicidas, al mejor estilo Rolls Royce.
El nuevo modelo llegará tras una inversión de 600 millones de euros en la planta que la marca posee en la ciudad británica de Oxford, en donde también se producirá a la nueva generación del MINI hatchback tradicional, el F56, que llegará tanto con su formato tradicional de tres puertas, como en una nueva variante de cinco.
El sedán, con sus mayores proporciones, podría reemplazar al Clubman. Sus desarrolladores consideran que resultará un vehículo bastante mas práctico y versátil que el actual modelo. Además serviría para apuntalar la participación de la marca en China, en un mercado que demanda ese tipo de vehículos.