Volkswagen presentó en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra al nuevo Golf de séptima generación equipado con el paquete R-Line. Se trata de una variante de aspecto deportivo, destinada a quienes aprecian la estética de GTI, pero no necesitan de la prestaciones, ni de cargar con el costo extra del GTI.
Su aspecto exterior es fácilmente reconocible por la adición del paquete deportivo consistente en un nuevo paragolpes delantero extendido, un pequeño alerón en el portón, difusor trasero y faldones laterales.
Además se complementa con la adopción de unas nuevas llantas de aleación en medida de hasta 18 pulgadas, doble salida de los escapes con acabado en cromo y el agregado de los emblemas R-Line tanto en la parrilla como sobre el portón trasero.
En el habitáculo del Golf VII R-Line las principales modificaciones pasan por las butacas que adquieren un diseño de corte deportivo y que además agregan el emblema R-Line bordado sobre el respaldo. El conjunto deportivo se completa con una pedalera en aluminio, un volante de nuevo diseño revestido en cuero, además de algunas molduras y detalles que lo diferencian del modelo mas básico.
Mecánicamente incorpora un nuevo kit de suspensiones deportivas y dirección asistida progresiva. Además podrá optarse entre cinco diferentes modelos de llantas: Salvador, Marseille, Luxor, Singapore y Serron.