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Uber es un servicio nacido bajo el paraguas de los teléfonos inteligentes de última generación, aprovechando sus sistemas de localización para lograr ofrecer un servicio de transporte alternativo al de los taxis. De ese modo permite contratar los autos de los particulares que participen del servicio, al mejor estilo de un remís, aunque a través de un software especifico.
El sistema ha funcionado muy bien en algunas ciudades de los Estados Unidos y del viejo continente, aunque no estuvo excepto de polémicas. En algunos países de la Union Europea como Holanda, Bélgica, España y Francia el servicio ha sido prohibido, aunque en España hace algunos días la compañía anunció que volverá, aunque transformado en un servicio de entrega de comidas a domicilio, al que denominaron UberEATS.
Tanto Uber como su principal competidor Lyft han tenido grandes inconvenientes para operar en casi todos los países donde se han establecido, ya que los taxistas consideran que se trata de un servicio que genera una competencia desleal. Esto se ha visto apoyado por varios gobiernos que consideraron al servicio al margen de las regulaciones de transporte establecidas.
Esta semana, de acuerdo a lo que señaló el diario argentino La Nación, Uber publicó a través de la red LinkedIn una búsqueda laboral para cubrir el cargo de gerente cuyas funciones serán llevar adelante el servicio en la ciudad de Buenos Aires.
Si bien es cierto que en la ciudad de Buenos Aires funcionan desde hace un tiempo servicios que permiten pedir un taxi desde una aplicación para teléfonos inteligentes como es el caso de Easy Taxi o SaferTaxi, también es cierto que en ambos casos se trata de taxis y no de coches particulares.
Habrá que observar de cerca la reacción de los taxistas de la ciudad de Buenos Aires si el sistema intenta establecerse en la ciudad.
