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Los entusiastas de la marca, llevan años criticando a BMW, debido a que el tradicional pequeño modelo, sinónimo de alegría y diversión al volante, poco a poco se ha ido convirtiendo en un coche cada vez mas grande. Es por eso que ellos tienen un doble motivo para festejar el lanzamiento del MINI Coupe, ya que no sólo representa el retorno del espíritu joven del amarca, sino que además el nuevo modelo representa el comienzo del segmento de los pequeños biplazas deportivos, que hasta el momento no se encontraba presente en el mercado.
La característica mas particular de éste modelo, con respecto al MINI tradicional, está centrada en el techo y los pilares, con un pilar A, marcadamente inclinado y un techo curvado, en donde los responsables de diseño de MINI, han creado dos pequeñas bóvedas, capaces de aumentar la altura interior al techo, sin tener que recurrir a un sistema de doble burbuja, tal como el empleado en algunos modelos de Zagato o como en el recientemente presentado RCZ de Peugeot, en pos de conseguir el espacio necesario desde cualquier mínimo rincón, ya que con sus 3,72 m de largo que lo equiparan a un MINI tradicional, los 1,38 m de altura total, han obligado a los responsables de diseño a maximizar el espacio disponible para los ocupantes.
El MINI Coupe se ofrecerá en cuatro versiones diferentes: Cooper, Cooper SD Coupe, Cooper S y John Cooper Works. Las versiones nafteras utilizan la conocida mecánica de 1,6 litros, que contarán con 122, 184 o 211 CV de acuerdo al modelo, lo que les permite acelerar 0 a 100 en 6,4 segundos en la versión mas potente. En cuanto al consumo, está en el orden de los 5,4 L/100 km en ciclo combinado, en el caso de la versión menos potente, hasta los 7,1 L/100 km en el caso del JCW.
Las versiones S y John Cooper Works, contarán con inyección directa con turbocompresor twin-scroll, con el que MINI nos trae nuevamente su ya conocida sensación de conducir un Kart. En cuanto al diesel, equipado con mecánica 2,0, obtiene 143 CV y 305 Nm, lo que le permite alcanzar los 100 Km/h en 7,9 segundos y una velocidad máxima de 216 km/h con un consumo promedio de 4,3 L/100 km. Todos los modelos equiparán de serie una caja manual de seis velocidades. Todos ofrecerán como opcional una caja automática, excepto el John Cooper Works.
