El escándalo por las emisiones contaminantes adulteradas en los motores diésel de Volkswagen, comúnmente denominado dieselgate, ha sido el detonante para que la firma alemana emprendiera el camino hacia la electrificación de su gama, una nueva familia de vehículos puramente eléctricos que Volkswagen comenzó a diseñar inmediatamente después de este escándalo.
Hace algunas semanas la firma bávara definía algunos detalles de esta nueva familia de moldes 100% eléctricos, modelos que de acerado al jefe de movilidad de la compañía Thomas Ulbrich, tendrán un precio equiparable a de las versiones diésel. Es que el fabricante alemán se ha tomado muy en serio esta nueva etapa y quiere que los precios de estos vehículos sean realmente asequibles, para de ese modo lograr persuadir a millones de clientes de hacer el salto a la movilidad eléctrica, con precios que en muchos casos serán similares a los diésel.
Sin embargo, este salto a la movilidad eléctrica no significa que Volkswagen haya decidido descuidar a sus motores térmicos, ya que el grupo alemán prepara novedades relevantes en ese campo. De acuerdo a recientes declaraciones del jefe máximo de Škoda, Christian Strube, el fabricante alemán dará un gran impuso a la reducción de emisiones de CO2, e instalará un filtro de partículas en cada uno de los motores gasolina que forman parte de su oferta actual.
Pero la verdadera revolución llegará a partir de 2020, fecha en la cual está prevista una completa renovación de la gama de motores TSI y TDI, la próxima generación de motores térmicos de Volkswagen que a partir de la próxima década sustituirá a los actuales propulsores, dando relevo a los actuales motores con unidades mas modernas y eficientes, que lograrán mejorar las cifras de consumo y bajar las emisiones de CO2, para de ese modo lograr cumplir con las cada día mas exigente normativa que rige en la Union Europea.