Red Bull Racing no ha tenido el año pasado la mejor de sus temporadas dentro de la Fórmula 1 y hasta se han peleado con Renault, su suministrador de motores, al punto de amenazar con abandonar la categoría si la relación no mejoraba. Pero eso no les impide divertirse, tal como éste vídeo grabado en los Alpes austríacos lo demuestra.
El equipo llevó al piloto de la escudería hermana Toro Rosso Max Verstappen para hacer frente a las pistas de esquí de Kitzbühel, montado en el RB7, el monoplaza de la temporada 2011. Claro que el coche fue especialmente adaptado para la ocasión, ya que montaba un juego de neumáticos especiales con clavos para mejorar la tracción, equipados con cadenas para la nieve. Además la calibración del pedal del acelerador fue ajustada para esta nueva exigencia, brindando al piloto un mejor control sobre el coche.
Por supuesto que esto sólo forma parte de las tareas de promoción de la escudería, pero eso no quita que Max Verstappen, un piloto que tan solo tiene 18 años de edad, se haya divertido muchísimo. Verstappen, que inició sus actividades en la Fórmula 1 cuando tenía 16 años de edad fue el centro de una controversia en torno al modo en que podían ser obtenidas las superlicencias que permiten participar en la categoría.