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Renault cuenta con una presencia en Argentina que se remonta a los tiempos en que el industrial norteamericano Henry Kaiser, buscando expandir su negocio, construye en el año 1955 la planta de Industrias Kaiser Argentina (IKA) en Santa Isabel, Cordoba, aunque no fue hasta el año 1975 que adopta la denominación Renault Argentina S.A.
La marca francesa fue además una de las primeras en aterrizar en Brasil cuando el mercado se abrió de nuevo en la década de 1990, tras un paréntesis que duró casi 50 años. Pero el mercado brasileño parece haberle fijado un limite a la casa del rombo, que no logra superar el 6 por ciento de participación en el mercado.
En una época ofrecían los mismos productos que en Europa.
Con la energía intacta, Renault tiene nuevos planes que afectarán profundamente a sus operaciones en el Mercosur, con grandes modificaciones previstas para sus plantas en Argentina y Brasil.
Aunque todo parece estar regido por la necesidad de mejorar las ventas en el mayor de los países de esa región.
Cuando la planta brasileña de São José dos Pinhais inició su producción por segunda vez en el año 1995, los modelos estaban en sintonía con lo que ocurría en Europa y de sus lineas de montaje salían los mismos Clio, Mégane, Scénic y Kangoo que se ofrecían en el viejo continente.
El tipo de cambio y la economía brasileña de aquellos años, le permitían a Renault darse el lujo de equipar al Clio con doble airbag frontal, aun cuando faltaban muchos años para que ese elemento de seguridad se transformara en obligatorio para la región.
Pero con el paso de los años, la economía brasileña cambió, el euro comenzó a apreciarse respecto al dólar y se hizo mas difícil para Renault lograr mantener el mismo nivel.
Así el Clio le dijo adiós a los airbags, tuvo un restyling que se olvidó de modificar su habitáculo y el Scénic de nueva generación nunca llegó a ser producido. La gama brasileña de Renault quedaba así reducida a un puñado de productos desfasados respecto a Europa y en muchos casos ya ni siquiera contaban con el atractivo que significaban algunos elementos de seguridad.
Renault ya diseña una reestructuración de su cadena productiva en Sudamérica.
Hacia finales de la década pasada Renault ya producía muy poco en Brasil.
El Scénic se había despedido para siempre, mientras que el Kangoo se había transformado en una propuesta únicamente comercial y algo no muy diferente ocurría en la planta argentina de Santa Isabel. Sin embargo la casa francesa pareció encontrar una solución en el marco de la Alianza Renault-Nissan.
Así fue como la familia de modelos de Renault se transformó casi por completo en una variante de los productos de Dacia, que dio origen a los Renault Logan y Sandero y un poco mas tarde al Duster, todos productos remarcados de la marca rumana y basados en una plataforma cedida por Nissan.
Al igual que lo que había ocurrido en Europa con Dacia, con sus equivalentes Renault logró en Sudamerica ofrecer productos que ofrecían una gran habitabilidad, a precio casi de un segmento inferior.
Ya con el inicio de la década actual, el modelo de negocio de ofrecer productos espaciosos a precio contenido ya había sido replicado por otros fabricantes en la región. Así nacieron el Fiat Grand Siena, el Volkswagen Voyage, el Toyota Etios y los múltiples productos que Chevrolet logró para ese segmento tan particular.
Pero Renault reaccionó ante la fuerte competencia y lanzó la nueva generación de la dupla Logan / Sandero, con una renovada y mas moderna estética y con mas equipamiento que nunca. Ambos modelos han tenido muy buena aceptación en Brasil, aunque el incremento en las ventas en ese mercado es considerado todavía insuficiente, mientras que en Argentina sus ventas se vieron afectadas por las trabas a las importaciones dispuestas por el gobierno argentino.
Sin embargo Renault tiene un master plan para intentar remodelar su estrategia de producción y mejorar sus ventas en la región. Así fue como los franceses decidieron trasladar la producción de los Renault Logan y Renault Sandero a la planta argentina de Santa Isabel, en donde todavía se produce el veterano Clio de segunda generación, al que ahora denominan Clio Mío, así como el también antiguo Kangoo.
Pero lo mas importante ha sido el anuncio de la producción en la planta argentina del nuevo Frontier, que también se comercializará bajo la marca Renault, presumiblemente con la denominación Raptur.
En la planta Brasileña se continuará produciendo el Duster y su todavía inédita variante pick-up, a la que por ahora se conoce como Oroch. Además desde allí saldrá el sucesor del actual Clio Mío argentino, que será remplazado con el Kwid, un producto basado en la nueva plataforma modular CMF, que cuenta con un formato de crossover compacto.
Además de los productos regionales, habrá lugar para algunos de los modelos europeos.
Se cree que tanto el Duster como su variante pickup estirarán la duración de su actual generación, tal como ocurrió en el pasado con algunos de los productos de la marca.
Sin embargo eso no significa que no haya sitio para modelos europeos, ya que se sabe que el Renault Captur, un crossover basado en el Clio IV, será producido en la planta de São José dos Pinhais, lo cual significa que probablemente también haya lugar para la cuarta generacion del Clio.
Allegados a la marca aseguran además que está en estudio una variante sedán del Clio, que podría llegar a Sudamerica como sustituto del Fluence, aunque esto ya entra en el territorio de las especulaciones y no ha sido confirmado por Renault. Además aseguran que el Renault Espace, será otra de las novedades para la planta brasileña en el mediano plazo.
Los próximos años van a ser muy importantes para Renault en América Latina y todo parece indicar que si bien la ‘Dacialización ‘ de la oferta se mantendrá, también es cierto que habrá lugar para productos modernos y para muchos de los modelos que se ofrecen actualmente en el resto de los mercados mundiales.
