Luego que en el año 2012 las matriculaciones alcanzaran un pico de casi 3 millones de unidades, las ventas de automóviles nuevos en Rusia se redujeron a casi la mitad.
Pero luego de cuatro años de estancamiento, las ventas comienzan a recuperarse, luego que la economía del país comenzara a mostrar signos de recuperación. Durante el pasado mes de mayo las ventas registraron un alza del 15% y las matriculaciones en el año ya acumulan un alza superior al 5%.
En el camino quedaron algunas compañías que decidieron emprender la retirada del mercado ruso, como es el caso de General Motors o Fiat, que está evaluando abandonar el mercado. Sin embargo, otros fabricantes comienzan a reaccionar frente al nuevo escenario y retoman algunos proyectos que estaban en lista de espera desde que se impusieran las sanciones internacionales.
Daimler comenzó por estos días con la construcción de una nueva planta de ensamblaje situada cerca de la ciudad de Moscú, luego de una inversión superior a los 250 millones de euros. En ésta factoría comenzará a operar en 2019 producirán vehículos de la marca Mercedes-Benz, a aun ritmo de 20.000 unidades al año.
Inicialmente producirán al Clase E y posteriormente los crossovers GLE, GLC y GLS.
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