El CR-Z nunca ha logrado ser el producto que Honda soñó, ya que sus ventas nunca lograron acompañar siquiera las previsiones mas pesimistas, al punto que el pasado mes apenas se matricularon en Estados Unidos 2.205 unidades. Sin embargo eso no impidió que la marca japonesa le hiciera unos pequeños ajustes a su imagen y equipamiento para ese mercado, en función de intentar colocarlo nuevamente en carrera.
El Honda CR-Z obtuvo las mismas modificaciones que su par japonés. Las alteraciones son sutiles, modificando ambos paragolpes, una nueva parrilla, además de unas nuevas llantas de aleación de 17 pulgadas con un formato de cinco radios. En el interior ganó unos nuevos apliques en aluminio cepillado e diversos sectores, al mismo tiempo que la incorporación de un nuevo freno de estacionamiento eléctrico, propició un nuevo diseño de la consola central, con un nuevo compartimiento de almacenamiento.
Además ganó un mejor equipamiento, que incluye un sistema de acceso sin llave y arranque por pulsador, un renovados sistema de información y entretenimiento con pantalla táctil de 7 pulgadas, navegación integrada y el sistema LaneWatch que muestra a través de una cámara una visión exterior del lado del pasajero en la pantalla del sistema multimedia.
Además es posible montar una serie de accesorios estilísticos opcionales, entre los cuales se encuentran guarniciones para el paragolpes frontal, el protón trasero, los pilares A y B y la tapa de combustible, además de luces LED para los antinieblas.
A nivel mecánico no ofrece ninguna novedad, ya que mantiene el mismo motor con bloque de 1.5 litros que produce 130 caballos de fuerza, que se combina con un motor eléctrico. El sistema de propulsión se combina tanto con un cambio manual de 6 velocidades como con una automática del tipo CVT. Su llegada al mercado estadounidense está prevista para ésta semana, con un precio de partida que se ubica en los 20.295 dólares, que va hasta los 25.090 dólares para su versión mas equipada.
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