La intención de la Federación Internacional del Automovilismo apunta a poder lograr que suministradores independientes puedan producir motores para la Fórmula 1 que sean mas baratos que los actuales. Para ello iniciaron un proceso de consulta para medir el interés de los fabricantes independientes.
La idea es que los equipos mas chicos puedan acceder a los propulsores suministrados por estos fabricantes, a un precio menor que los actuales, lo cual permitiría que los equipos mas modestos puedan hacer uso de ellos a partir de la temporada 2017.
Es que a los equipos mas chicos les resulta muy difícil asumir el coste aproximado de 25 millones de euros por temporada que demandan los actuales. En caso de llegar a un acuerdo, estos motores alternativos estarían disponibles para las temporadas 2017, 2018 y 2019. Los posibles candidatos deberán presentar sus propuestas ante la FIA, en donde deberán constar las capacidades técnicas y los datos económicos, como así también una propuesta en materia de disponibilidad.