La dirección asistida eléctricamente se está transforman de a poco en lo que se está imponiendo en la mayoría de las marcas, un sistema con muchos beneficios en función del ahorro energético, pero con algunos defectos por el lado de la precisión.
Las direcciones cuentan cada vez con una menor precisión que afecta a su uso, algo que especialmente se hecha en falta en los coches deportivos, en los que el conductor busca la menor cantidad de filtros posibles entre el movimiento de las ruedas y sus manos.
Si bien esto no es un problema que afecte a todos los vehículos del mismo modo, en el caso de los que utilizan solamente asistencia eléctrica muscas veces se hace mas notable. Ferrari es consiente de este inconveniente y es por ello que ha diseñado y patentado un sistema que promete barrer con ese vicio.
Se trata de un sistema sencillo, que utiliza el propio motor de la dirección asistida para modificar su comportamiento, en base a un análisis efectuado en tiempo real. La lógica analiza los movimientos de la dirección, el ángulo del volante y la fuerza ejercida por el conductor, mejorando su respuesta en forma notable.
De este modo la dirección se comportará de forma mas noble, sin presentar filtros para el conductor, eliminando completamente los retrasos propios de un sistema con demasiada asistencia. Aseguran que por tratarse de un sistema de ejecución bastante sencilla, podría llegara a los coches de serie en un plazo muy corto.