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Una de las novedades que Mitsubishi llevó para mostrar en el Salón del Automóvil de Nueva York es el renovado Outlander. El SUV mediano de la casa japonesa estrena una nueva imagen, de cara a enfrentar la ultima etapa de su vida comercial, antes de la llegada del relevo generacional.
En base a un frontal totalmente renovado, el Mitsubishi Outlander luce rejuvenecido al adquirir los rasgos estilísticos que estaban presentes en el prototipo PHEV presentado el año pasado. Su principal característica está relacionada con los nuevos faros, parrilla y paragolpes, con el agregado de algunos elementos con acabado en cromo y negro.
Por detrás los cambios no son de importancia y se remiten a algunos cromados, nuevos paragolpes y unos renovados faros que ahora incorporan luces de LED. El paquete exterior se completa con nuevos tonos para la carrocería y a unas nuevas llantas de aleación.
El Outlander renovó su frontal, sumó equipamiento y mejoró su aislación acústica.
Por su parte el habitáculo se presenta sin cambios evidentes, mas allá de una nueva serie de materiales que intentan mejorar el acabado. De todos modos aseguran que el interior es menos ruidoso, en parte gracias a una serie de nuevos materiales aislantes y de modificaciones en el tren de rodaje.
Por otra parte el equipamiento será muy completo, e incluirá elementos tales como el climatizador automático, techo de cristal panorámico, asientos con reglaje eléctrico, sistema de frenada de emergencia, sistema de alerta al cambio de carril, control de velocidad crucero adaptativo, cámara de retroceso y asientos con tapicería en cuero, entre tantos otros.
Debajo del capot se ofrecerá en los Estados Unidos con un motor de 2.4 litros y 166 caballos de fuerza o un 3.0 litros con 224 CV, asociados a una transmisión con variador continuo CVT y tanto con tracción simple como total con convertidor de par en el caso del motor con mayor potencia.
