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Con la nueva generación Mitsubishi pretende dotar al pick up L200 de una imagen más elegante y burguesa, apostando por los muchos elementos cromados que decoran la carrocería en las versiones más completas. El frontal destaca por su parrilla de generosas dimensiones y las ópticas de gran tamaño con los LEDS diurnos integrados.
En la vista lateral es posible apreciar un diseño de puertas más convencional que en su predecesor, algo que permite que las ventanillas posteriores ganen tamaño y resulte más agradable viajar en las plazas traseras (se aumenta la superficie acristalada y se reduce la altura de la línea de cintura).
En cuanto a las novedades del interior, estrena un salpicadero que bien podría encajar en cualquier todoterreno de la marca por calidad y diseño. En la consola central pueden integrar un sistema de info-entretenimiento muy completo de sencillo manejo. En todas las versiones se incluyen los anclajes ISOFIX.
La mecánica elegida para mover al L200 es un 2.5 diésel con turbo que desarrolla una potencia de 152 CV y 380 Nm de par máximo. Estos datos suponen una mejora de 10 CV y un 21% más de par respecto al bloque anterior, algo que lógicamente se traduce en un mayor nivel de prestaciones y agrado de uso.
Las versiones con tracción total recurren al sistema Easy Select con tres posiciones y además incluyen el diferencial con deslizamiento limitado LSD. Tanto las suspensiones como la dirección reciben un nuevo calibrado para conseguir mayor eficacia y comodidad.
Entre las lagunas más importantes hay que citar la ausencia del control de estabilidad y la integración de sólo dos airbags en el equipamiento, algo que en estos tiempos no parece lógico.
La nueva gama del Mitsubishi L200 se ofrece en seis versiones diferentes y tienen unos precios que parten de los 12.990.000 pesos, unos 18.850 dólares al cambio actual.
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