En el Salón del Automóvil de Ginebra de hace 25 años atrasa, debutaba el Mercedes-Benz 190 E 2.5-16 Evolution II, un sedán que serviría como base para el coches de carreras con el que la marca alemana obtuvo en el año 1992 el Campeonato Alemán de Turismos DTM en el Grupo A.
En marzo del año 1990 nació la leyenda del 190 Evo II, un producto que tomó el motor de 2.5 litros que ya utilizaba el modelo anterior, pero con una potencia que se estiraba hasta alcanzar los 235 caballos de fuerza. Con ese propulsor el Evo II podía acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 7.1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h, lo cual parece poco visto a 25 años de distancia, pero que para aquel entonces era cifras sobresalientes.
A nivel estético, el Mercedes-Benz 190 E Evo II contaba con nuevos paragolpes delantero y trasero que fusionaban en su estructura a unos agresivos spoilers y unos pasos de rueda ensanchados que se integraban con la carrocería y tenían continuidad con los renovados paragolpes.
Además contaba con un spoiler lateral, llantas de aleación de 17 pulgadas y un enorme alerón trasero que aseguraba una fuerte carga aerodinámica. El conjunto le brindaba una imagen muy agresiva, que se completaba con el único color en el que era ofrecido, un negro metalizado de tono azulado denominado Blue Black Metallic.
El debut en pista del Evolution II en la categoría DTM tuvo lugar en el circuito de Nürburgring Nordschleife, el 16 de junio de 1990, con su propulsor que en la versión de circuitos entregaba 373 caballos de fuerza.
En el día del debut, Kurt Thiim obtuvo el tercer lugar, aunque no fue hasta 1993 que lograron tornarse imbatibles, ganando el campeonato con un triplete de los pilotos Klaus Ludwig, Kurt Thiim y Bernd Schneider.