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La producción en serie del Chery Celer ya inició en la planta brasileña de Jacareí en el estado de São Paulo. Se trata del lavado de cara del modelo, introducido en las mayoría de los mercados internacionales el año pasado.
El producto del segmento B adopta diferentes denominaciones de acuerdo a los mercados, incluso en Sudamérica y mientras que en Brasil se lo conoce como Celer, en mercados como Argentina, Chile o Uruguay se lo comercializa como Fulwin.
Tras una inversión de 400 millones de dólares, el Celer/Fulwin comenzó a ser producido en Brasil tanto en sus versiones hatchback como sedán, además de una inversión adicional de 130 millones de dólares, destinada a la planta de motores Actecto en sus dos versiones de 3 y 4 cilindros de 1.0 y 1.5 litros respectivamente.
La planta producirá 30 mil unidades al año, de las cuales el 35 por ciento estará destinada a la exportación para abastecer fundamentalmente a los mercados Sud y Centroamericanos. En esas mismas instalaciones, Chery producirá hacia finales de éste año a la nueva generación del QQ y una variante con transmisión automática del Celer/Fulwin.
Además en 2016 producirán a la nueva generación del Tiggo. Los planes de Chery para su planta brasileña son muy ambiciosos, ya que hacia el año 2018 esperan elevar la producción hasta alcanzar las 150 mil unidades anuales.
El Celer/Fulwin brasileño se ofrecerá con un motor de 4 cilindros, 1.5 litros, 16 válvulas y 107 caballos, con 140 Nm de par a 3.000 rpm, que se asocia a una transmisión manual de cinco marchas. Con ese conjunto mecánico el Chery Fulwin2 puede acelerar de 0 a 100 km/h en 10.5 segundos y alcanzar los 170 km/h de velocidad máxima.
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