Los hechos se sucedieron a una velocidad vertiginosa. Durante el fin de semana se conoció la noticia que señalaba que Volkswagen instaló un dispositivo electrónico para burlar los controles contra las normas de emisiones contaminantes de sus motores TDI en los Estados Unidos. Horas después el CEO de Volkswagen Martin Winterkorn admitía que la noticia era cierta, y que habían cometido un gran error y hoy finalmente tuvo que entregar su cargo, anunciando su renuncia.
Martin Winterkorn, fue quien asumió la responsabilidad del engaño y tomó la decisión de dejar su puesto como CEO. Atrás quedó su ascenso como presidente del consejo de supervisión del grupo VAG, dejado poco tiempo atrás vacante por Ferdinand Piech y ahora Volkswagen se encuentra en una situación en la que prácticamente deberá comenzar desde cero para tratar de recuperar su imagen.
Winterkorn aceptó su responsabilidad por las irregularidades que se han encontrado en los motores diesel, dimitiendo a su cargo en virtud de resguardar los intereses de la compañía, a pesar que considera no haber llevado a cabo ninguna mala acción de parte suya.
Como consecuencia de estos hechos, las acciones de Volkswagen se desplomaron mas de un 30%, al mismo tiempo que la compañía admitía que unos 11 millones de vehículos vendidos en el mundo están equipados con el llamado «dispositivo de desactivación». Tras conocerse esa noticia, fiscales alemanes abrieron una investigación sobre la manipulación de los resultados de las pruebas de emisiones de vehículos.