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El fabricante de automóviles Saab ha hecho una propuesta a BMW, para comprar los derechos de la plataforma R56, del MINI actual, la cual está cercana a ser reemplazada por la nueva F56. El fabricante de automóviles sueco quiere entrar en el negocio de los compactos premium pero sin todo lo que significa desarrollar una plataforma desde cero.
Contando ya con la licencia de la actual generación de motores de 1.6L, parece que Saab sólo necesitaba un coche para agregar el motor. El modelo en cuestión sería el Saab 9-1, el cual pretende competir con la próxima generación del MINI, el F56 y el Audi A1. Es un paso audaz, pero Saab tendrá que subsistir como empresa el tiempo suficiente para recibir la entrega de la nueva plataforma en el 2012.
Con los últimos paros en las plantas y con los proveedores quejándose por la falta de pago, es claro que la empresa no está pasando por un buen momento. ¿Podría un clon del MINI llegar demasiado tarde para salvar la empresa? Es posible.
También es cuestionable hasta qué punto resultará competitiva una plataforma que ya cuenta con seis años, que sin duda se encontraría en desventaja con respecto a las ofertas actuales de Audi y sobre todo a la evolución del MINI, un coche probablemente más ligero, más eficiente y más potente que la generación actual.
Al parecer Saab sólo podría ser capaz de competir en precio, pero si esa es la estrategia, ¿podrán en realidad crear un auto premium, pero que compita en forma significativa en precio?
El Saab 9-1 es sin dudas el empujón que necesita la empresa para demostrar que todavía son premium y tienen algo para ofrecer al mercado. El hecho de ser un proyecto avanzado, y de estar basado en un modelo probado y exitoso como lo es el MINI, podría sin dudas darles grandes posibilidades de venta y de aceptación masiva.
Este proyecto está siendo seguido muy de cerca por Victor Muller, el CEO de Spyker, como piedra angular del proyecto de resurrección de Saab.
