La compañía norteamericana introdujo importantes cambios en las condiciones de uso de su red Supercharger, que fundamentalmente afectará a aquellos clientes que utilicen sus vehículos con finalidad comercial.
Todos los Tesla que sean matriculados a partir de ahora y que sean utilizados para fines comerciales ya no podrán utilizar la red de carga rápida de la compañía, afectando a los vehículos utilizados por servicios como Cabify, Uber y por supuesto los taxis. Tesla ha detectado un número creciente de usuarios que están utilizando su red de carga por clientes que recorren gran cantidad de kilómetros, algo que afecta la disponibilidad del sistema para los clientes convencionales.
La red de Superchargers de Tesla ha sido concebida para la utilización puntual de los clientes que recorren grandes distancias en viajes largos y el abuso de este sistema por parte de quienes desarrollan actividades comerciales, en muchos casos imposibilita la recarga a otros clientes.
Ya a comienzos de este año Tesla había dejado de ofrecer las recargas ilimitadas y gratuitas, pero esas modificaciones no han sido suficientes para lograr obtener un equilibrio en el sistema, ya que aún son muchos los usuarios que utilizan sus vehículos con finalidad comercial que continúan abusando de los beneficios de éste servicio único.
Hasta ahora todavía eran muchos los que utilizaban la red de Superchargers para recargar sus vehículos en forma recurrente, pero la compañía de Elon Musk ha decidido poner fin a la utilización del servicio para los vehículos destinados a fines comerciales.
De todas formas Tesla señaló en el comunicado que esta medida podría revertirse en determinadas fechas o en casos puntuales, pero la decisión persigue el propósito de mejorar el servicio para los clientes convencionales, especialmente si tenemos en cuenta que con la incorporación de nuevos modelos como el Model 3, la red deberá soportar una demanda cada vez mas intensa.