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Una de las sorpresas que Mazda preparó para llevar éste año al SEMA Show tiene que ver con dos prototipos basados en el nuevo MX-5. Se trata de los MX-5 Roadster y MX-5 Spyder, dos trabajos conceptuales que muestran dos enfoques diferentes del pequeño descapotable japonés.
El Roadster hace gala de una carrocería pintada en color azul, que ha sido despojada de techo y de parabrisas y que ha ganado dos jorobas traseras, además de haber sido provisto de una parrilla de diseño especifico, al igual que sus espejos retrovisores. Por otra parte hace uso de la fibra de carbono para algunos detalles exteriores, además de unas llantas de aleación de 17 pulgadas equipadas con neumáticos Kumho Ecsta 225/50 y unos frenos con mordazas de cuatro pistones firmados por Brembo.
El MX-5 Spyder por el contrario va pintado en color plateado, con una capota de color marrón, en combinación con algunos elementos del interior. El Spyder toma como base mecánica al motor de 2.0 litros de serie, aunque cuenta con unas suspensiones con amortiguadores regulables.
Con MX-5 Speedster se ha dado un paso adicional para mejorar sus prestaciones, gracias al ahorro de peso logrado en base a la sustitución de las puertas y los asientos del modelo de serie, por otros en fibra de carbono, así como dejando de lado el parabrisas normal para dar lugar a un deflector. También utiliza el motor de 2.0 litros, pero mejora sus prestaciones gracias a la dieta que ha sido sometido, que dejó su peso en tan solo 943 kilogramos.
Ken Saward, gerente de diseño de Mazda North American Operations, aseguró que ambos trabajos conceptuales destacan los puntos fuertes del MX-5, enseñando al publico hasta donde puede llegar el vasto mercado de accesorios para este modelo.
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