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Como es habitual en los salones internacionales, Sergio Marchionne compartió con el periodismo una serie de anuncios que indican cual será el destino del conglomerado de marcas que agrupa FCA durante los próximos meses.
En el caso de Fiat, Marchionne confirmó que el próximo año habrá dos nuevos productos, un hatchback y un sedán, que serán producidos en principio para toda Europa en la planta que Fiat posee en Turquía.
Estos dos vehículos le servirán a Fiat para reemplazar por un lado la salida del Bravo, al mismo tiempo que lograrán colocar un producto que se sitúe por encima del Panda, ofreciendo algo mas a las familias a las cuales el mas básico de la gama Fiat no les resulte suficiente.
Pero además será producida una variante sedán, que servirá como una suerte de sucesor del Fiat Linea, aunque en este caso el CEO aseguró que el producto solamente será llevado a aquellos mercados que así lo requieran, entre los cuales Europa del Este y Sudamerica podrían encuadrar dentro de los planes de la compañía.
Ambos compartirán la plataforma B-Wide que ya utiliza el Fiat 500L, aunque todavía no está claro si se tratará de dos productos que a nivel estético integrarán la familia 500, o si por el contrario se intentará que cuenten con un diseño diferencial.
Si bien es prematuro hablar de su posicionamiento de mercado, es factible que en la mente de Marchionne ronde la idea de crear un compacto que a precio razonable, logre reactivar las ventas dentro de su segmento.
Su llegada al mercado está prevista para finales de 2016, por lo que su debut internacional deberá producirse en el transcurso de alguno de los salones internacionales del próximo año.
