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Esta semana Mercedes estuvo probando en sus monoplazas un dispositivo con forma de vuvuzela, que intentó mejorar de forma artificial el pobre sonido de los motores V6 de 1.6 litros de los Formula 1 de ésta temporada.
Estaba claro que el experimento estaba destinado a fracasar, teniendo en cuenta que el verdadero problema radica no solo en el numero de cilindros, sino también en el limite de rpm impuesto por el reglamento de esta temporada, que descendió hasta las 15.000 rpm desde las 18.000 de los V8 anteriores.
Al finalizar las pruebas Nico Rosberg aseguró que el dispositivo resultó totalmente inútil, por lo que fue removido antes de finalizada la sesión de pruebas. Al mismo tiempo diversas fuentes se muestran enfrentadas respecto a los cambios en el reglamento y específicamente por el sonido de los motores de éste año.
Entusiastas de la categoría señalaron esta semana, que la sola idea de instalar un dispositivo en los escapes para intentar aumentar el sonido, no solo es ridícula, sino hasta ofensiva.
En el mismo sentido se pronuncio Gian Carlo Minardi, al señalar que le parece una idea absurda la de intentar de modificar artificialmente el pobre sonido de los motores, especialmente cuando el principal de los problemas radica en la abismal diferencia que los motores Mercedes tienen respecto a los del resto de la parrilla, lo que se puso de manifiesto en la ultima carrera en España, en donde los Mercedes tuvieron una ventaja de 49 segundos respecto a los Red Bull.
