Cuando a finales del año 2013 Honda anunció su nueva generación de motores VTEC Turbo, ya se anticipaba que en forma paulatina esos propulsores irían reemplazando las plantas motrices de varios de los productos de su gama.
Y eso será lo que ocurrirá com la décima generación del Honda Civic, que montará uno de los nuevos motores turboalimentados, en virtud de lograr un mejorado rendimiento energético, sin por ello necesariamente dañar su comportamiento deportivo.
Esto además le servirá al fabricante japonés a cumplir con las normas de emisiones más estrictas y a la vez ofrecer un rendimiento que mantenga las características del modelo actual.
Así lo aseguró Yoshiharu Yamamoto, jefe de investigación y desarrollo de la marca el mes pasado en el marco de un evento de pruebas de conducción de invierno en el cercano campo de pruebas de Honda en el norte de Japón.
El motor turbo con bloque de 1.5 litros será la base para la próxima generación del Civic que podría conocerse este mismo año. El propulsor iguala el rendimiento de un motor tradicional de 2.0 ó 2.4 litros, con un excelente par motor y una mejorada eficiencia de combustible, aseguró Yamamoto.
Honda sigue el camino de sus rivales como Ford al adoptar motores turbo más pequeños para ofrecer una mejorada economía de combustible, con la misma o incluso mayor potencia que sus antecesores de aspiración normal.
Honda está invirtiendo $ 340 millones de dólares en su planta de motores en Anna, Ohio, en los Estados Unidos, para iniciar la producción de los motores turbo hacia fin de este año.
Uno de los proveedores de Honda aseguró que la planta de Estados Unidos tendrá una capacidad productiva de 200 mil motores turbo de 1.5 litros al año, cuya producción iniciará a partir del ultimo trimestre de 2015.