Tras la reunión del Grupo Estratégico de la Fórmula 1 ocurrida la pasada semana, se puso sobre la mesa el posible aumento de la potencia de los motores de la categoría, hasta alcanzar los 1.000 caballos de fuerza, de cara a la temporada 2017. Además se plantea junto al aumento de potencia, la posibilidad de montar unos neumáticos traseros mas anchos.
Las intenciones son las de sumar mejoras que permitan no solo ganar velocidad, sino lograr que los coches sean algo mas difíciles de conducir, sin que por ello sea necesaria una gran modificación del reglamento actual. SI bien los cambios se plantean para 2017, posiblemente alguna de esas modificaciones puedan verse en la temporada próxima, si se logra firmar el acuerdo antes del inicio del próximo mes.
La idea es la de modificar los actuales propulsores V6 bi-turbo, aumentando su potencia en torno a los 250 caballos de fuerza, en base a aumentar el flujo de combustible que actualmente es de 100 kg/hora, posiblemente eliminando sus restricciones y aumentando en forma acorde la capacidad del deposito de combustible que actualmente se ha fijado en mil kilogramos.
Estas modificaciones cuentan con la aprobación inicial del Grupo Estratégico de la Fórmula 1 conformado por Bernie Ecclestone, la FIA, Ferrari, Mercedes, Red Bull, McLaren, Williams y Force India. Sin embargo el tema será tratado en la próxima reunión de la Comisión Fórmula 1 que ha sido fijada para el próximo 18 de febrero, justo antes del inicio de la segunda ronda de tests de pretemporada que se llevará a cabo en Barcelona.