La simbiosis entre ambas marcas se inició en el año 2003, cuando MINI lanzó su primera versión diesel, utilizando un motor Toyota.
Ocho años más tarde, ambos fabricantes volvieron a juntarse y firmaron un amplio acuerdo de cooperación, en el cual los roles se invierten, ya que BMW suministraría motores diesel a Toyota, así como desarrollará y construirá al reemplazante del Supra, que será un hermano del sustituto del actual roadster BMW Z4.
A cambio, Toyota ofrecería el know-how acerca de su sistema de pila de combustible. Pero además, en forma mas reciente ambos fabricantes comenzaron a evaluar la cooperación mutua para un posible hatchback de nivel de entrada.
Para la marca estrella de BMW esto no es nuevo, ya que MINI le viene dando vueltas al asunto de poner al prototipo Rocketman en producción desde hace mucho tiempo. Una fuente interna de MINI aseguró que el proyecto está aun en desarrollo, pero cuando Klaus Fröhlich, miembro de la junta de investigación y desarrollo visitó los Estados Unidos en los primeros días de este año, ese fue uno de los temas dentro de su agenda.
La denominación Minor se remonta a 1959, cuando el MINI original se comercializó por primera vez como Austin Seven y Morris Mini Minor y es una de las posibilidades que se manejan para su posible denominación comercial.
Todavía no se conoce cual será la plataforma que será utilizada, pero se descarta que sea la del Aygo, por lo cual se espera que se trate de una arquitectura completamente nueva.
Sus rasgos estilistísticos son aun desconocidos, pero podrían combinar elementos del Rocketman Concept, con el estilo del Cooper actual. Será el coche que se ubicará como entrada a la gama MINI, con un precio que podría situarse en torno a los 13 mil euros.