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Tras infinidad de fotos espía y muchas especulaciones acerca de sus posibles características, finalmente el nuevo Bugatti Chiron ya está aquí, para transformarse al igual que su antecesor, en el superdeportivo más rápido, con mayor potencia y velocidad, ademas de un precio astronómico.
El sucesor del Veyron hace su debut oficial en el marco del Salón del Automóvil de Ginebra. Se trata del Bugatti Chiron, un superdeportivo que presume de nada menos que 1.500 caballos de fuerza y 1.600 Nm de par motor, extraídos de su motor W16 de 8.0 litros de cilindrada, que se combina con un cambio automático con doble embrague y 7 marchas. Esta planta matriz le permite al Chiron acelerar de 0 a 100 Kilómetros por hora en menos de 2,5 segundos, al mismo tiempo que puede lograr una velocidad máxima de 420 km/h, que está limitada en forma electrónica para su utilización en carretera.
El nuevo Bugatti Chiron está desarrollado sobre una estructura de fibra de carbono, material que en esta ocasión y a diferencia de su antecesor, fue además utilizado para la parte posterior del coche.
Su velocidad está limitada a 420 km/h para su uso en carretera, pero la modalidad ‘Top Speed’ lo desbloquea para ser utilizado en circuitos.
El fabricante asegura que el nuevo Chiron utiliza el disco de embrague mas grande y de mayor rendimiento que cualquier coche de producción en serie. El motor W16 utiliza cuatro turbocompresores, lo cual supone la eliminación total del retardo del turbo, ya que el conjunto funciona cono un sistema de turbocompresor de dos etapas.
El chasis adaptativo cuenta con cinco modalidades que permiten ajustar su comportamiento a las condiciones del camino, mientras que sus frenos delanteros utilizan mordazas de titanio de 8 pistones y los traseros de seis pistones, con de 420 milímetros de diámetro en el eje delantero.
Las llantas delanteras son de 20 pulgadas, mientras que las traseras son de 21 pulgadas, equipadas con unos neumáticos Michelin, que de acuerdo a Bugatti, son a sencillos de montar y permiten un menor gasto operativo respecto al Veyron.
En términos de diseño, el Bugatti Chiron cuenta con un frontal dominado por sus grupos ópticos full LED con cuatro faros a cada lado, la clásica parrilla Bugatti dominado el centro y un splitter de doble ala en el sector mas bajo. El coche es bien bajo y con un aspecto bien agresivo, con un perfil dominado por líneas sinuosas, estilizadas y a la vez musculosas.
El interior es sencillo, casi minimalista, con unos pocos botones ubicados en la consola central y otros sobre el volante.
La zaga está dominada por la curiosa firma lumínica dibujada por sus luces LED: una delgada barra que lo recorre en forma horizontal de lado a lado. Un alerón de generosas dimensiones se despliega en forma automática conforme las necesidades, completando en conjunto un difusor de gran tamaño y la salida de los escapes en posición central.
El interior es bastante sencillo, con un diseño que presume de cierto minimalismo. Por su puesto que los materiales son de calidad sobresaliente, destacando el cuero que recubre los asientos, las contrapuertas y hasta el tablero. En la consola central y en una hilera de disposición vertical, se aglutinan los escasos botones, que permiten comandar el sistema de climatización y en donde a la vez se ubica la palanca de cambios.
El resto de los controles están ubicados sobre el volante, mientas que el cuadro de instrumentos de diseño bien simple, cuenta con un velocímetro analógico ubicado en posición central, circundado por dos pantallas LCD sobre la que se despliega información adicional.
Su producción estará limitada a 500 unidades, de las cuales aseguran que 120 ya han sido comercializadas. El precio, como siempre ocurre con los coches de la marca, es astronómico y en ésta ocasión inicia en los 2,4 millones de euros.
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