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Si hay una marca que ha sido capaz de demostrar el poder comercial del resurgimiento de un modelo de otros tiempos, esa es sin lugar a dudas BMW, propietaria de la marca MINI desde el año 1996 y que ha sido capaz de explotar a fondo el potencial de un coche pequeño, clásico y que desde su nueva era se decidió perfilarlo como un producto premium y sofisticado.
Claro que todo ello se logró en base a haber traicionado el concepto primordial del Mini, que originalmente fuera diseñado como un producto accesible, casi al alcance de cualquier bolsillo. BMW acaba de presentar a la tercera generación de la nueva era del MINI, que internamente se denomina F56 y que como viene sucediendo generación tras generación, ha vuelto a crecer nuevamente.
El nuevo MINI ha crecido 10 cm de longitud y 4.4 de ancho respecto al modelo anterior. Pero considerando que la segunda generación, que se denominaba R56, ya había crecido 6 centímetros de largo, el modelo acumula en sólo un par de generaciones, un crecimiento de 16 centímetros de longitud, totalizando 3.84 metros, lo que lo deja casi en los umbrales de un cambio de segmento.
Esto no solo inquieta a los puristas de la marca, sino incluso a algunos directivos de MINI. Sin ir mas lejos, Pat McKenna, jefe de producto MINI en los Estados Unidos, afirmó pocos días atrás que el fabricante británico estaría feliz de poder tener un nuevo modelo de entrada, que se ubique por debajo del Cooper y que tenga como fuente de inspiración al Rocketman Concept, el pequeño prototipo que fuera presentado en el Salón de Ginebra del año 2011 y que mide solamente 3.4 metros de longitud.
Sin embargo, el mismo McKenna se encargó de aclarar que, al menos por el momento, la nueva plataforma de UKL1 que utiliza el nuevo MINI Cooper, no es la adecuada para ser utilizada como base para producir al Rocketman en serie y es por ello que se plantean la idea del ingreso de algún socio para poder seguir adelante con el proyecto, que no está cancelado, sino en compás de espera.
En las tres generaciones lanzadas por BMW, el MINI Cooper ya creció 16 centímetros de longitud.
El hecho de que tanto la crítica especializada, como el público hayan apreciado especialmente al Rocketman y especialmente a sus dimensiones compactas, dice mucho acerca de lo que el cliente está buscando en la marca.
Es que MINI está descuidando un segmento importante de mercado, que hoy por hoy no está cubierto. La marca ha estado y continúa estando mas preocupada por los coches grandes, como el Countryman y el Paceman y hasta una variante de cinco puertas del Cooper que no tardará mucho en llegar al mercado, al igual que la nueva generación del Clubman, que tendrá seis puertas.
Otra movida un tanto extraña por parte de MINI fue la adopción de un motor de 2.0 litros para impulsar al modelo mas rabioso de la gama, el Cooper S. Cuando todas la marcas parecen apostar por el downsizing y Peugeot incluso tiene variantes del famoso THP de 1.6 litros con hasta 280 cv, BMW decidió tomar el camino opuesto aumentando la cilindrada, ofreciendo “tan solo” 192 caballos con 280 Nm de par. De todas formas habrá que ver como exprimen ese 2 litros cuando le llegue el turno a las variantes JCW, que sin dudas podrían superar los 250 caballos.
En las fotografías que acompañan a ésta nota, puede apreciase el crecimiento del MINI de BMW respecto al Mini original y como aumentaron de tamaño las tres generaciones de la nueva era.
