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Durante casi un siglo, Zagato ha estado creando ediciones especiales de modelos de Alfa Romeo, Aston Martin, BMW y Maserati, con un estilo que por lo general se caracterizan por una línea de techo curvilínea.
Su hijo Elio se hizo cargo de la empresa en la década de 1950 y la llevó al nivel en el que se encuentra actualmente. A su vez el hijo de Elio, Andrea Zagato que hoy tiene 54 años es el actual CEO y es quien lleva adelante a una marca que es sinónimo de reducción de peso, aerodinámica y materiales de avanzada.
Y es de este modo como la tercera generación de la familia Zagato está reposicionando la empresa como una creadora de coches de edición limitada.
Zagato quiere concentrarse en crear nuevos clásicos. No descartan un coche del segmento A o B.
Zagato concedió una entrevista a Automotive News el mes pasado, mientras se preparaba para dar a conocer el Lamborghini 5-95 en Monterey, California.
Allí realizó una serie de declaraciones, entre las que asegura que el deseo actual de la compañía es el de crear nuevos clásicos. Esto significa que al contrario de lo que ocurre habitualmente cuando se deben esperar 20 o 30 años de edad para que un vehículo se transforme en contemporáneo, la idea es la de crear coches modernos que se vuelvan de colección en unos pocos años. Tal vez con sólo dos o tres años de antigüedad.
La mayoría de los coches pierden su valor con el paso del tiempo. Para ser coleccionable, el siguiente propietario debe estar dispuesto a pagar más de lo que pagó el dueño original. Si eso ocurre, el coche es de colección.
Y esto solo puede llevarse a cabo a través de un pedigrí de carreras o un pedigrí de diseño, que es el camino elegido por Zagato. Pero además, el éxito está directamente reaccionado con la exclusividad, por lo que como norma muy pocas unidades son producidas.
Al ser consultado acerca de si será posible en el futuro poder contar en el mercado con un producto del segmento A o B con su firma, Zagato simplemente se limitó a responder “nunca digas nunca”.
En los últimos años hubo algunas incursiones en esos segmentos con el Fiat 500 e incluso con el citycar Volpe E-Rev, dos proyectos que finalmente no prosperaron.
