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El Aston Martin Cygnet ha sido un extraño experimento. Se trataba de un Toyota iQ remarcado que con algunas mejoras en términos de confort y detalles exteriores específicos, el fabricante británico pretendía vender a sus clientes. Si bien Aston Martin estimaba vender unos 4.000 Cygnet al año, apenas acabaron fabricándose 150 unidades de este pequeño urbano que tenía un precio de acceso superior a los 35.000 euros.
Por éstos días, la división de personalización «Q by Aston Martin» ha desvelado al Cygnet definitivo, el Aston Martin V8 Cygnet, que como estarás imaginando lleva un motor V8 en sus entrañas, infinitamente mas potente que el motor que monta originalmente. Se trata de un trabajo especial para un cliente de la marca, que este fin de semana se estrenará en el Goodwood Festival of Speed.
Este pequeño demonio esconde debajo de su capó un motor V8 naturalmente aspirado, bloque de 4,7 litros de cubicaje heredado del Aston Martin Vantage S.
El propulsor desarrolla 436 CV de potencia y un par máximo de 490 Nm y se combina con un cambio automático Sportshift II de siete relaciones, diferencial autoblocante y propulsión trasera, además de un sistema de escape de diseño específico y unas llantas de aleación de 19 pulgadas.
Este agresivo pequeñín puede acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de 4,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 274 km/h. Para detenerlo, los ingenieros de la división Q recurrieron a unos frenos delanteros con discos de 380 milímetros y pinzas de seis pistones, mientras que los traseros son de 330 milímetros con pinzas de cuatro pistones.
Exteriormente es prácticamente igual al modelo original, aunque con unos pasos de rueda de fibra de carbono algo mas anchos. El interior tiene un aspecto bien racing, con unos asientos tipo baquet firmados por Recaro, piezas en fibra de carbono, sistema de extinción de incendios, jaula antivuelco y volante forrado en Alcántara.
