En el año 1997 Mercedes-Benz ponía a la venta al Clase A y la revista sueca Teknikens Värld llevaba a cabo la denominada prueba del test del alce, consistente en una maniobra de frenada y giro brusco que busca esquivar un obstáculo. El Mercedes Clase A volcó en esa prueba, lo cual forzó a la marca alemana a montar el control electrónico de estabilidad (ESP) de serie en todas las unidades, entre otras modificaciones que incluyeron mejoras en las suspensiones.
Ahora la misma revista vuelve a colocar a Mercedes contra las cuerdas, ésta vez con el nuevo Mercedes-Benz C350e, que obtuvo un mal resultado durante sus pruebas del alce. Cuando el C350e intenta evitar un obstáculo a 72 km/h se observa como el coche pierde tracción al girar en forma brusca el volante. Tampoco lo hace bien a los 67 km/h y sólo logra superar la prueba a los 64 km/h.
A todo esto Mercedes se defendió argumentando que podía ser debido a la baja presión de los neumáticos, algo que fue rechazado por Teknikens Värld. Se desconoce el motivo de estos malos resultados, aunque los 100 kilogramos de peso adicionales aportados por su sistema de baterías, podría estar relacionado con el problema, ya que ésta versión eléctrica las mismas se ubican recargando el peso sobre el eje trasero.