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El Orca es uno de esos tantos proyectos locos de los años 1980. Se trata de una berlina que Italdesign Giugiaro desarrolló tomando como base la plataforma del Lancia Delta 4×4 Turbo, con una carrocería que combina un bajo coeficiente aerodinámico, con una buena habitabilidad. A nivel visual, el Orca tomaba como fuente de su inspiración al Medusa, otro concept car desarrollado por Giugiaro.
Sin embargo el esquema mecánico era completamente diferente, ya que el Orca contaba con un motor delantero transversal y tracción a las cuatro ruedas que podría ser desconectada para funcionar sólo con tracción delantera. El propulsor era un bloque de 1,6 litros turboalimentado, que producía 140 caballos de fuerza a 5,600 rpm, en combinación con un cambio manual de cuatro marchas.
Su carrocería combinaba un excelente rendimiento aerodinámico, con un CX de 0,245, con espacio para cuatro ocupantes en sus cuatro asientos individuales. Una curiosidad está relacionada con sus luces de freno delanteras. En el frontal se encendían luces al pisar el freno, con la finalidad de advertir a los peatones que el coche estaba frenando.
Pero lo mas loco era lo que ocurría en su interior, ya que contaba con infinidad de controles ubicados sobre el volante, lo cual hace suponer que su operación en circunstancias normales de conducción podría resultar un verdadero calvario. Sin embargo, para hacer las cosas algo mas simples, Italdesign utilizó un volante con centro fijo, es decir que los botones se mantenían estáticos, aún al girar el volante.
Dicen que los Italdesign Medusa y Orca fueron los prototipos que sentaron las bases estilísticas de la primera generación del Renault 21, un modelo que también fue diseñado por Giorgetto Giugiaro.
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